Odiamos las conversaciones difíciles porque nos llevan a la verdad. Y esa verdad muchas veces cambia nuestros planes…
El veinte veintitrés ha sido el año de lanzarme a tener esas conversaciones jartas pero reveladoras. Y es que eso son, me he dado cuenta que dilatamos eso que sabemos que nos llevará a la verdad, una qué tal vez no nos gusta. Una que cambia nuestros planes y nos invita a mirar hacia otras direcciones, la misma que nos termina invitando al cambio.
¡Consejo que no me han pedido pero se los doy! antes de lanzarte a tener esa conversación difícil, ¡práctica el desahogo!. Cuando llevamos tiempo reprimiendo pensamientos, ideas y emociones lo qué hacemos a nivel físico es sostener una conversación mental desde el miedo. Pongamos un ejemplo, saliste por primera vez con alguien y la persona quedó de hablarte o llamarte para verse una segunda vez. Nunca recibes señales de él/ella y de inmediato cultivas en ti la creencia de “No le guste por mi físico”. En nuestro sistema y de forma mecánica, nuestro cerebro envía mensajes a nuestro cuerpo que nos hacen sentir emociones de supervivencia. Y ese miedo, esa culpa, la pena o la tristeza que sientes generarán más pensamientos que sostienen y refuerzan esa creencia inicial. Ejemplo, “será que estoy muy gordo/gorda” “No debí haberle hablado o demostrado tanto” “Siempre me pasa lo mismo” “No le gusto a nadie”… de repente y sin darnos cuenta caemos en un círculo vicioso que con el tiempo se convierte en un bloqueo en nuestro cuerpo físico. Nos creemos tanto esa idea que nos encargamos de atraer una y otra vez situaciones que lleguen a reforzar esa creencia ¿porque?
Porque somos lo que pensamos , sentimos y hacemos…
Por lo anterior, y retomando aquel consejo que no me han pedido pero se les servirá, acá les dejo algunas herramientas de desahogo que pueden poner en práctica antes de la conversación difícil, antes de contestar la llamada y en general antes de tomar una decisión…
Herramientas de liberación:
- La escritura terapéutica es una herramienta fabulosa a la hora de liberar emociones, siéntate sin máscaras y escribe todo lo que sientes. Sé cuidadoso con los detalles, tómate el tiempo de relatar todo lo que te genera dicha emoción. Luego lee lo que escribiste en voz alta y verás como esto te servirá para organizar de nuevo tus ideas. Para analizar la situación desde otras perspectivas y encontrarle forma a dicho sentimiento.
- ¡Grita! Se sorprenderán del poder que tenemos en nuestra voz, busca un espacio vacío, vete a la naturaleza donde no haya nadie cerca y usa tu voz para sacar todo lo que te pesa, grita tus miedo, tu ira y tu tristeza. Las emociones son para encuerparlas , no para pensarlas…
- Muévete, personalmente, el movimiento ha sido esa herramienta que me ha sanado en muchos aspectos de mi vida. Me muevo cuando hago yoga, me muevo en mis clases de rumba y me muevo cuando busca una playlist que me guste y bailó con libertad. Con el yoga conecto y conozco mi cuerpo, con las clases de rumba conecto con mi femenino y activo mi sacro. Y cuando bailo en libertad le doy espacio a todo lo alojado y reprimido para que salga a bailar…
Si sientes que llevas tiempo alojando un pensamiento que se convirtió en una emoción y ahora es una realidad que no te gusta, te invito al próximo taller presencial para conectar con tu cuerpo y bailar tus emociones. https://medicenmila.com/producto/mapa-de-libertad/